Tus manos.
Enredan.
Los sentidos
espuman mis historias.
Y me aman,
santificadas
sean.
Surcan los poros de este cuerpo,
galaxia de días malos,
y me dicen de ti
corona de madreselva,
que escucha, ríe,
global ilusión.
Sin intervención
soplas un
anhelo
a este arroyo
seco.
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