Es la
mentira
la
que cuenta el hambre
de mi
beso pretérito.
Cómo
desnudar el amanecer
a los pies de mi cama;
dejar
la locura
y matar al poeta.
Quién
abre los raíles de mi estación.
Y
si
no hay más
es porque
tus pisadas
son
mi revólver.
María
María