lunes, 11 de marzo de 2013

METROPOLIS


En un balcón donde las estrellas son estrellas, viví una vez.
Donde el horizonte es   amigo, los juegos,  la vecina de enfrente. Reí.
Pero las mañanitas  se hicieron canción y me olvidaron.
La nostalgia se hace arruga y  los pantalones se visten de  largo.
Las mirillas se queman con besos rotos.

Allí,  una vez,  fui.

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