ASÍ COMO ASÍ
Veinte años han pasado
y sigue el
rumor y la humedad.
Se germinan las palabras y explota el término.
Todo igual.
La plata recuerda; habla de ayer como si ayer existiera solo en pasado
y no en esta estación
rosa y verde, también negra.
Quedan mil capullos
sin abrir, estambres oxidados con música de corazones
que ansían una partitura.
No hay remedio si no sale la aurora.
Los broches de
oro se vuelven barro
la seda
el génesis;
el telón se alza y
la obra toma cuerpo.
Dicen
que suena la
primavera
y yo solo veo invierno, invierno, ritmo de manos que me hacen sudar.
El latir de
campanas aflora la bilis.
Y ahí entran las dudas de esta ecuación;
la elipsis de unos labios
que de tanto apretarse
se hacen polvo.
M.D.
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