martes, 18 de marzo de 2014

ASÍ COMO ASÍ


Veinte años han pasado
 y sigue el rumor y la humedad.


Se germinan las palabras y explota el término.
Todo igual.
La plata recuerda; habla de ayer como si  ayer existiera solo en pasado
 y no en esta estación rosa y verde, también negra.

Quedan mil capullos  sin abrir, estambres oxidados con música de corazones
que ansían una partitura.

No hay remedio si no sale la  aurora.

 Los broches de oro se vuelven barro
la seda
el génesis;
el telón se alza y  la obra  toma cuerpo.

Dicen
que suena la  primavera
y yo solo veo invierno, invierno, ritmo de  manos que me hacen sudar.

El latir de  campanas  aflora la bilis.

Y ahí entran las dudas de esta ecuación;
la elipsis de unos labios
que de tanto apretarse

se hacen polvo.






                                                                                    M.D.

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